La ciudadela dominaba el frente marítimo, y el puerto desde su lugar privilegiado, que permitía tener una visión protectora de la zona y sus alrededores, ubicada como estaba entre un riachuelo y el mar, exactamente en el lugar donde se encontraba la cuenca portuaria de Beirut.
En el lugar del descubrimiento pueden apreciarse los restos de muros de piedra con inscripciones, varias columnas, vestigios de dos torres y restos de cruzados, romanos de la época tardía y otomanos.
El lugar revela signos de violencia, evidenciados por los rastros de incendios y demás indicadores de conflicto, sin embargo, en el interior de la ciudadela no se han encontrado restos de armas, sino más bien de alimentos y objetos domésticos.
También se encontraron indicios de un puente levadizo cercano a la construcción y se especula que podría haber estado conectado también a una torre de observación descubierta en la década de los 90’s.
Después del descubrimiento, los expertos se encuentran trabajando con urbanistas de la ciudad para integrar el monumento de tradición histórica para el pueblo libanés al tejido urbano de la ciudad, para preservarlo y restaurarlo, de ser posible.
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| Este hallazgo devuelve a Beirut a la época de las cruzadas |
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