01 Ponferrada (León)

02 La Vera Cruz (Segovia)
Está asociada a los templarios y a otros caballeros del Santo Sepulcro. La iglesia de la Vera Cruz, fechada en 1208, tiene planta de 12 lados con un anillo circular en el interior, algo que caracteriza a la orden, ya que cuando llegan de Jerusalén quieren reproducir el modelo de la basílica del Santo Sepulcro y de la Cúpula de la Roca.
03 Monsacro (Asturias)
Este enclave ha sido elegido desde tiempos remotos por diferentes culturas debido a su situación estratégica. Contiene vestigios de monumentos megalíticos que pudieron despertar la curiosidad de los templarios. El Monte Sagrado, así se traduce, es un punto de encuentro de peregrinos. Pertenece al Concejo de Morcín y nos sirve para explicar la importancia de la Orden del Temple en el Camino de Santiago para asegurar las rutas y proteger a los viajeros.
04 Santa María de Eunate (Navarra)
Se encuentra a pocos kilómetros de Muruzábal, en pleno Camino de Santiago. Es una iglesia románica del siglo XII. Eunate significa 100 puertas en euskera y cuenta con una arcada que rodea el templo, claustro externo a modo de deambulatorio de impresionante belleza. Tuvo un cementerio de peregrinos con la concha y el hábito como emblema. Cuenta la leyenda que el rey Salomón entregó los restos de la reina de Saba para que fueran enterrados en el Camino de Santiago, y que en esta iglesia estaría grabada, cifrada, la ubicación de la tumba.
05 Guadalajara
Entre los cursos del Alto Tajo y la frontera con Aragón, los templarios hallaron en Guadalajara tierras feraces donde instalarse. A las huellas que dejaron por Albalate de Zorita, Zorita de los Canes, Peñalver y Torija se suman en la región atencina la ermita de Santa Coloma de Albendiego, con la cruz octopuntada en las tracerías del ábside, y la iglesia de San Bartolomé de Campisábalos, adornada por un friso agrícola en el que los neumas del románico rural esparcen salmodias por la arquitectura negra.
En la capital arriacense, las Relaciones Topográficas de Felipe II y los cronistas del siglo XVII datan los orígenes del convento de San Francisco a comienzos del XIII, cuando por empeño de la reina doña Berenguela, señora de Guadalajara y madre de Fernando III el Santo, se construyó un monasterio para el Temple. Al disolverse la orden, las infantas Isabel y Beatriz, hijas de Sancho IV y también señoras de Guadalajara, donaron el lugar a los frailes.
06 Castillo de Monzón (Huesca)
La plaza de Monzón fue conquistada por los cristianos a finales del siglo XI. Su propiedad llegó a los templarios en el año 1143. En la portada puede observarse un crismón y varios motivos florales, mientras que su interior es bastante sencillo, aunque con un examen más atento se encuentran las esculturas de dos rostros animales, un lobo y una cabra. Existía en el templo un camino subterráneo que llegaba hasta la fuente de Santa Quiteria. Otras dependencias que fueron añadidas por los templarios son las caballerizas y las bodegas.
07 Jerez de los Caballeros (Badajoz)
El castillo de Jerez de los Caballeros se alza sobre un cerro y alrededor se extiende la localidad del mismo nombre en la zona occidental de Sierra Morena. Jerez de los Caballeros perteneció a los musulmanes hasta su reconquista en el año 1238, llevada a cabo por Alfonso IX con ayuda de las órdenes del Temple y de Santiago, como recuerda su nombre.
Cuando se disolvió el Temple en 1312, la leyenda dice que los caballeros se enfrentaron a la corona encerrándose en el castillo. Tras una larga lucha, fueron asesinados, y desde entonces uno de los baluartes de la muralla es conocido como Torre Sangrienta.
Fuente:Elpais
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