Zeno, Byzantine Emperor (d.491)
Algunos relatos dicen que el emperador cayó inconsciente después de beber en exceso. Su esposa la emperatriz Ariadna declaró a Zeno muerto, lo tenía colocado en un sarcófago y no le se permitió a nadie abrirlo aún cuando se le escuchaba pedir auxilio.
Felipe, hijo de Luis VI de Francia (d.1131)
Un cerdo se cruzó delante de su caballo mientras paseaba por París junto con sus amigos, provocándole la caída y unas fracturas que acabaron con su vida.
Sigurd el Poderoso, conde de Orkney (d.892)
Decapitó a un enemigo y ató su cabeza al caballo, los dientes de su enemigo decapitado le perforaron la pierna y murió de la infección que le provocó.
Gruffydd ap Llywelyn (d.1244)
El hijo de un príncipe de Gales, Gruffydd estaba detenido como rehén en la Torre de Londres, cuando trataba de escapar bajando con una cuerda, la cuerda se rompió, y Gruffydd cayó 90 pies muriendo en el acto.
El Papa Adriano IV (d.1159)
Este Papa Inglés sufría de una forma de amigdalitis que causaba que pus se acumulara en su boca. Según una versión, tomó un sorbo de vino y comenzó a ahogarse con una mosca, que había estado flotando en el interior de su copa. Combinado con el pus en la garganta, el Pontífice murió en cuestión de minutos.
Enrique II de Champaña (d.1197)
El líder de la Cruzada miraba a sus tropas juntarse desde su palacio en Acre cuando, "Se inclinaba en las barandillas de una ventana y miraba abajo. Las barandas cedieron y cayó al suelo. Su enano, asustado y afligido, se cayó también y aterrizó encima de él. Se dijo que si el enano no se hubiera caído encima de él tal vez no hubiera muerto".
Enrique I, rey de Inglaterra
Después de un día de caza, el rey Inglés decidió, en contra del consejo de su médico, comer un plato de anguila lamprea. Esa noche cayó enfermo y murió al poco tiempo.
Basilio I, emperador bizantino (d886)
El Emperador de 75 años cazaba cuando su cinturón se agarró en la cornamenta de un ciervo, y lo arrastró según se afirma a 16 millas a través de los bosques. Fue salvado por un asistente que le cortó cinturón con un cuchillo, pero sospechó que el sirvo intentó matarlo e hizo ejecutar al hombre poco antes de que él mismo muriera.
Jorge Plantagenet (o Jorge de Clarence), hermano del rey Eduardo IV de Inglaterra (d.1478)
Fue declarado culpable de conspirar contra el rey y, según algunas fuentes, pidió ser ejecutado ahogado en una gran cubo lleno de vino Malmsey, su bebida favorita.
Martín I de Aragón Rey de Aragón y Sicilia (d.1410)
Estaba algo indigesto después de haberse comido un ganso entero cuando su bufón entró en la habitación. Le preguntó dónde había estado, y esta fue la respuesta: «En los viñedos, cuando vi un joven ciervo que colgaba por el rabo de un árbol, como si alguien le hubiera castigado por robar higos». El rey empezó a reír descontroladamente y murió. No solo falleció de manera inesperada, y algo absurda, sino a causa de un chiste malo.Fuentes:
Medievalists.net. Top 10 Strangest Deaths in the Middle Ages.
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