El recinto religioso en Mitterfirmiansreut, cerca de la frontera con República Checa, tiene más de 20 metros (65 pies) de longitud y dispone de una torre. Está fabricada con unos 1.400 metros cúbicos (49.000 pies cúbicos) de nieve.
La estructura fue bañada en una luz azul al momento de ser inaugurada el miércoles por la tarde con la bendición del decano Kajetan Steinbeisser.
Pero cuando los ancestros de los habitantes de hoy construyeron la primera iglesia de nieve, no estaban pensando sólo en un logro arquitectónico.
Steinbeisser dijo que “era un acto de provocación, los creyentes de la aldea se unieron y construyeron una iglesia de nieve porque no querían una aquí”.
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