Entre 1118 y 1307, se cree que los Caballeros Templarios inventaron el sistema de cheques, una novedosa formula de transacción económica que aun se utiliza en la banca moderna.
Cuando los cristianos o peregrinos viajaban de Europa a Tierra Santa en la época de las cruzadas no era seguro andar con dinero, los templarios estaban a cargo de la seguridad de los peregrinos, es por eso que los peregrinos le daban su dinero a Los Templarios en Europa para luego retirarlo a su destino en Tierra Santa.
Para realizar dicha transacción y como evidencia del deposito los templarios le otorgaban a los peregrinos un borrador o recibo de reclamación que es lo que hoy en día conocemos como cheque, estos borradores o cheques eran escritos en un código complejo que sólo los templarios podían descifrar.
Cuando los peregrinos llegaban a Tierra Santa, se lo daban a alguna organización templaria, que les cambiaban el "cheque" por la cantidad depositada.
De esta forma los peregrinos podrían viajar a Tierra Santa sin peligro de robo. Si algún peregrino moría en el trayecto el dinero depositado quedaba como propiedad de los templarios.
De esta forma los templarios acumularon riquezas. Las riquezas de Los Templarios era tal, que hasta los reyes le pedían prestado, pero al prestarle dinero al rey Felipe El Hermoso fue el verdadero motivo que los llevo a su fin.
Se cuenta que Felipe IV inicio una investigación basada en falsas acusaciones para evitar pagar las numerosas deudas que le debía a los Templarios.
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