Los arqueólogos piensan que este descubrimiento es parte del cementerio de un hospital medieval llamado Hôpital de la Trinité, que estaba en las cercanías. La tumba multitudinaria, mucho tiempo bajo tierra, es un recordatorio de que París, pese a todo su esplendor de la superficie, está aún repleta de tesoros arqueológicos ocultos, algunos grandiosos y otros extremadamente horribles.
Sin embargo, para los arqueólogos lo horrible puede ser bueno. “Cada excavación es un acontecimiento, pero un cementerio es todavía mejor, porque es tener toda una población a mano”, dijo Boris Bove, historiador y profesor de la Universidad de Paris, Paris 8.
Los esqueletos fueron excavados por un equipo del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas, o INRAP, liderado por la antropóloga y arqueóloga Isabelle Abadie.
“Allí hay bebés, niños, adolescentes, adultos, hombres, mujeres, personas ancianas”, dijo Abadie en una de las bodegas del INRAP en La Courneuve, que es un suburbio de las afueras del norte de París, donde están ahora guardados los restos óseos.
Abadie y su equipo desenterraron huesos de ocho tumbas que cubrían una superficie aproximada de 93 metros cuadrados, a veces de hasta cinco cuerpos de profundidad. En la fosa principal, había 175 esqueletos cuidadosamente alineados de la cabeza a los pies. Los que se encontraron en las otras tumbas, más pequeñas, estaban todos amontonados: señal, tal vez, del apuro por enterrarlos durante un recrudecimiento epidémico.
Las pruebas de los ADN patológicos y la datación por carbono podrían tomar meses, de modo que es demasiado pronto para que Abadie sepa con seguridad cuándo y cómo los cuerpos fueron enterrados debajo de lo que hoy es un supermercado. “Puede haber sido la plaga, o la hambruna, o una cantidad de cosas a estas alturas, pero no hay huellas de trauma, de manera que no son muertes vinculadas con la guerra o actos de violencia”, expresó.
Bove, el historiador, dijo que París sufrió el azote de la plaga, como gran parte del resto de Europa, durante la gran epidemia de la década de 1340. “No podemos dar un número absoluto, pero es probable que la ciudad haya perdido un tercio de su población”, dijo.
Pierre Vallat, vicedirector regional del INRAP, contó que el Hôpital de la Trinité se construyó fuera de los límites de la ciudad en los comienzos del siglo XIII y sirvió en diferentes momentos como refugio para los pobres y los peregrinos, como un lugar de enseñanza religiosa que montaba obras bíblicas, un centro de enfermedades infecciosas e incluso una escuela vocacional para niños.
Vallat y Abadie dijeron que este descubrimiento se trataba del primer hospital medieval que se excavaba en París. Al poder estudiar los restos de quienes vivieron en la capital, no en las provincias distantes, se podrá contar con una información sustancial acerca de la decisiones adoptadas por el poder y de cómo afectaban a la población.
“La historia de este hospital, en realidad, es un testigo de toda la historia de Francia”, expresó Vallat. “Esta es una historia abarcadora, no solo la historia de los ricos y famosos. Esto no es Versalles”.
El contenido de muchos cementerios medievales fue trasladado a las catacumbas de París a fines del siglo XVIII. Si bien algunos restos de esta necrópolis, en particular, debieron pasarse por alto cuando el hospital cerró sus puertas en la Revolución Francesa y, en 1812, cuando finalmente lo desmantelaron y el sitio quedó debajo de las nuevas construcciones.
A raíz de que París siempre estuvo ocupado desde la Edad Media, hay pocos lugares que se pueden fácilmente excavar. Las excavaciones arqueológicas son poco comunes y se inician solamente cuando los obreros de la construcción se topan accidentalmente con ruinas o restos, o cuando el INRAP se presenta en el terreno antes de que empiecen las obras para prevenir posibles daños.
Fuentes: The New York Times y Clarin.com
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