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Los secretos de los templarios y Galileo

La muestra que se inaugura en el Vaticano recoge documentos recién hallados, como el que exculpa a los caballeros del Temple. Están las bulas de excomunión de Lutero y del emperador Federico II.

Dado el interés que ha despertado la muestra que, desde 29 de febrero y hasta el 9 de septiembre acogen los Museos Vaticanos, es posible que a pesar del horario ininterrumpido de 9 a 21 horas (salvo el lunes), no todos los que quieren verla lo consigan. La muestra se titula, en la lengua oficial de la Iglesia, Lux in Arcana, luz en el más recóndito secreto, una luz que se filtra desde el Archivo e ilumina una realidad secreta para los no estudiosos o expertos, para descubrir momentos de la historia, a menudo desconocidos, que se revelan por medio de los documentos.
los casos de Galileo, Bruno, Enrique VIII, la emperatriz Wang de China o los indios de Norteamérica, hay documentos que reflejan momentos de gran emoción, como la carta que la reina María Antonieta de Francia, antes de ser guillotinada durante la Revolución Francesa, escribe al Papa desde la prisión en París. Muy anterior pero semejante, es la carta que María Estuardo, que fue reina de Escocia, escribió al papa Sixto V al conocer su sentencia de muerte. Su ejecución en 1587 motivó el envío, por Felipe II, de la Armada contra Inglaterra.
La muestra recoge bulas como las de excomunión de Martín Lutero, expedida en el año 1521 después de que el fundador del protestantismo quemara una previa carta de advertencia del Papa, y del emperador Federico II Hohenstaufen, que fue excomulgado en 1245, lo que implicaba su destitución.
En un ámbito más estrictamente religioso, la muestra presenta documentos relacionados con la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, y de las posteriores apariciones marianas en Lourdes, como una carta de Bernadette Soubirous al papa Pío IX. Entre los remitentes de documentos se cuenta Miguel Ángel Buonarroti, representado por una misiva que envía al futuro Patriarca de Jerusalén.

Otro de los atractivos de la exposición, para los amigos del secretismo, es el conocido como código secreto de los Borgia, cuyo nombre auténtico es el de Nomenclador, y que fue utilizado entre 1493 y 1494 por el nuncio apostólico en España, Francisco Desprats, en su correspondencia con el papa Alejandro VI.
Los templarios
De mayor importancia para los investigadores, por su reciente descubrimiento es el Pergamino de Chinon, hallado en 2001 por una joven arqueóloga del Archivo Vaticano llamada Barbara Frale. Este documento prueba que, a pesar de todos los intentos del rey de Francia por obtener una condena papal de los templarios, y de que la orden fuera disuelta para evitar que Felipe IV el Hermoso volviera a apresar violentamente al papa, la disolución de la orden fue seguida por un documento secreto fechado en 1308 con el que el papa Clemente V les absolvía.
Este documento no sirvió para evitar que los templarios fueran torturados y quemados por Felipe IV, y consiguientemente sus bienes repartidos entre otras órdenes, pero al menos ha servido, pasados siete siglos, para rehabilitarlos y mostrar que no eran herejes, como pretendía el rey de Francia con sus procesos.
De estas y otras muchas curiosidades, como por ejemplo los orígenes de los sellos papales, la reforma del Calendario Gregoriano, o el robo por Napoleón de los Archivos Vaticanos –como los de otros países ocupados por Francia–, su traslado a París y su regreso en 1815, se da cuenta en la página oficial de la muestra: luxinarcana.org.

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